«Yo no soy gris; o blanco o negro, gris jamas», bajo esta filosofía, Diego Armando Maradona explicaba lo radical y firmes que pueden ser sus posturas. Conceptos que bien podrían ser tildados de totalitarios e imparciales, pero a la larga, como DT de Argentina, a quien se debe Diego Maradona?…les contesto: a sus empleadores y sus jugadores, el que venda el discurso de que se debe a su pueblo es un consumado demagogo.
Van a aflorar de manera poderosa quienes digan igual que debe ser consecuente con sus seguidores, la juventud, la niñez, la sociedad en general; ante todo este romántico refute, Maradona tendrá argumentos que pueden despertar debates de 4 días sobre que enfoque deberían tener sus declaraciones.

La pregunta clave aquí es:
Esta dispuesto a asumir la responsabilidad social que demanda ser Maradona?
Tiene todo el derecho del mundo a decir NOOOOOOO.

Quienes entonces están en la obligación de cumplir a rajatabla esa medida?
Algunos actores de esta sociedad están dentro de este conglomerado, en especial los periodistas.

Bajo esta camuflada introducción es que escribo con preocupación decepcionante, todo basado en las emisoras de radio y canales de TV que transmitieron e informaron la marcha de Guayaquil del pasado jueves.
Aclaro que mi percepción se basa en 8 cadenas radiales y 5 canales de TV, no tenia capacidad física, auditiva o visual para ver mas.

Había algunos que eran radicales y estaban cegados a favor de la marcha y la postura del alcalde de Guayaquil, no eran periodistas, eran motivadores de masas, no hacían preguntas, lo de ellos eran afirmaciones que buscaban respaldo de su criterio totalmente parcializado, ejemplo:

«Maravillosa marcha de un pueblo que protesta contra el dictador, un Guayaquil que no se deja, que reclama y no se queda callado»….????…Cual fue la pregunta?…por supuesto que después de esta exaltacion puso el micrófono a los marchantes para generar reacciones.

Mas deprimente resultaba quienes no narraban lo que ocurría, sino que expresaban su completa y total visión política:
«Un Ecuador cansado, con deseos de repudiar y desterrar a los dictadores, dispuesto a tomar las armas si es necesario y con criterio propio decidir que Correa debería quedarse en Cuba»
Y???…me narro lo que estaba pasando?

Igual de patético resultaron los medios alineados con el estado, quienes al parecer sometieron sus ojos a algún tipo de colirio que alteraba la visión.

«Una marcha caprichosa, de pelucones y que tuvo mínima acogida».
Permitanme hacer un análisis de esa linea de información.
El criterio vino con juicio de personalidad, conducta y con una mirada un poco desfasada, había mucha gente en las calles, no creo que era la lectura que le daba este cronista, era un comentario mas dirigido, igual debo acoger su pedido al manifestar que esa fue su visión…pamplinas!!!

Y que tal este, antes ofrezco una disculpa, ya que no estoy tan claro que si la frase fue esta:
«Que reclaman?, mas adoquines?, mas malecones?, otro cerro?, mucho llorón veo por aquí»

Como quedamos con ese comentario?, era una observación o un reclamo basado en reacciones propias de un hígado hinchado?

Dejo una reflexión, la lanzo al aire, como cuando bebo una cerveza y el concho del vaso de plástico es regado en el piso o propulsado al aire de la ocasión.

Me imagino que si debió haber comunicadores que mantuvieron sus posturas profesionales e informaron con talento lo que ocurrió en lo que considero si era un hecho noticioso.

Quienes con la virtud de la descripción, relataron con frescura, elegancia y criterio real, lo que estaba pasando, sin necesidad de emitir juicios de valor y cumpliendo labores responsables de información.

Si los hubo no?

Díganme que si los escucharon por favor.

En estas eras, cuando el termino dictador baila de lado a lado, cuando parece pelota de ping pong de un agitado partido, me nace una reflexión:
Los dictadores son quienes han implementado esa actitud, manejando con sus palabras esa teoría.

NOTA
La imparcialidad es un criterio de justicia que sostiene que las decisiones deben tomarse en base a criterios objetivos, son influencias de sesgos, prejuicios o tratos diferenciados por razones inapropiadas.