Para ser sincero, no encontré por ningún lado el supuesto blog personal donde Viggo Mortersen(vivió 10 años de su infancia en Argentina) relato el suceso del cual todos hablan y que ocurrió en un aeropuerto estadounidense, lugares donde por lo visto esta prohibido gritar un gol.
Escrito o no por el, creo que el hecho describe de manera simpática la enorme brecha que existe entre latinos y anglos al momento de vivir el fútbol, y si a eso le sumamos una paranoia justificada, los resultados ayudan a sentir alegría de vivir el fútbol como lo hacemos los del sur..

El supuesto escrito:

 “A media hora de nuestra salida del aeropuerto Dulles, en Washington
D.C., estoy viendo el partido contra Newell’s en la compu, cerca de la
puerta de embarque para nuestro avión. Y de repente Romagnoli hace magia
corriendo por la banda izquierda, y le da una última oportunidad a
Gigliotti, que ya había fallado en dos oportunidades clarísimas para
ganar este partido increíble. Yo grito
“GOOOOOOOOLAAAAAAAAAAAAAAZOOOOOOO!!!! Con toda mi alma y empiezo a pegar
saltos por todos lados como un ciervo espantado entre los pasajeros”
“La gente no entiende lo que está pasando, no
entiende por qué estoy gritando y saltando. Un señor con uniforme
militar se levanta y se me acerca rápidamente diciéndome que me calme.
Ni caso; sigo gritando el gol. Vuelvo corriendo a la pantalla de mi
compu repitiendo “¡GOL, GOL, GOL…!” para asegurarme que es verdad”

“Mientras miran mis documentos trato de ver por encima de sus
hombros lo que pasa en la computadora, a ver si el partido queda 3 a 2.
Termina y quiero gritar la victoria, pero sé que no me conviene justo
ahora con estos tipos revisándome. Finalmente me dejan libre después de
avisarme que si empiezo a gritar otra vez no me van a permitir volar y
me van a echar del aeropuerto”,