«Miles y miles de zambos, cholos, negras culonas, choros, putas, poetas, asesinos, deportistas, periodiqueros, sinvergüenzas, curas, sableadores, contrabandistas, alcahuetes, pesquisas, estibadores, betuneros y maricas, gentes del pueblo» se volcaron a velar a su dador de alegría, a su ídolo viviente, a su relator de esperanzas.
un borrachito iba por la calle diciendo «¡Ahora sólo nos queda Barcelona, ahora sólo nos queda Barcelona!».
Fernando Artieda
1945-2010
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