Desde que llegaron al estadio ya estaban algo sorprendidos, pero nada como cuando gritan el gol en el palco de prensa, que curiosamente, ese día estaba repleto. Lo mas raro es que existió un hermetismo y seguridad extra para el ingreso al lugar…igual llegaron todos a la zona de trabajo…pilas con el grito de gol de la gente en el sector. Como dice el Abogado Bonafont, «Mi Ecuador del Alma»
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