Veinticinco años más tarde, tenemos nuevos muros entre Estados Unidos y México, y entre Israel y Palestina. Mucho más peligrosos son los muros de pensamiento que nos condicionan ahora; cuando tener una tercera opinión es un delito social, y el arte de discernir y discrepar es considerado como una anomalía. Occidente ha perdido su capacidad de síntesis, y se ha autocondenado a saltar entre la tesis y la antítesis. Clasificamos todo entre el “nosotros” y “los otros”, “buenos” y “malos”
JOHN DUNN
TOMADO DE COLUMNA DE DIARIO UNIVERSO
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