La necesidad de poner a alguien en el paredón es obligatoria cuando el desenlace no fue el añorado, es una manera de  tirarle con todo y así desfogar un poco el coraje (comprensible) sobre el resultado que se esperaba.

La selección de fútbol de Ecuador tuvo un desenvolvimiento muy pobre frente a Brasil, colectivamente fue una ruina, de esos días en que muchos de sus jugadores, con tendencia a brillar por su talento y acciones, no alcanzaron el nivel de jugador de calidad. Por otro lado, Brasil, quien había ingresado en la categoría de los equipos que ya no meten miedo, recupero la memoria de sus predecesores y activo un fútbol efectivo, claro, virtuoso y que bastó para superar con nitidez a una selección local que en Quito no recibía ese tipo de zurras hace mas de 30 años.

El porcentaje de los que NUNCA imaginaron que Ecuador iniciaba la eliminatoria ganando su primeros cuatro partido era mayor que los que creyeron que Brasil no podía ganar en Quito…¿O no?, ¿Qué era mas probable?

Acá se activan otros hechos, otros escenarios, picas y malestares; sin dejar de reconocer el muy mal momento de la selección de fútbol de Ecuador  y el rendimiento estropeado que ha exhibido en sus últimos ocho partidos; el origen del DT, la región y club de donde viene, activó también odios mal dirigidos y algo nefastos.
No es prohibido estar en contra de Gustavo Quinteros como DT, no es obligación pensar como el o creer que es el técnico indicado para Ecuador, lo que aplica como  razonamiento disparatado es dejarse llevar a la dimensión fatídica de hincha zombie o peor aun estimular la nociva creencia de que el origen o región de los comunicadores afectan razonamientos.

Como he expuesto en múltiples ocasiones, Ecuador no es una selección de primer nivel, cuando se pierde feo (como no ocurría desde hace algunos años) se aceleran y exponen muchos aspectos de la personalidad del analista.

Sigo sin entender que rendimiento mantiene a Grueso en planos titulares en esta selección, y las razones por tan bajo rendimiento de algunos jugadores de Ecuador. No tengo la menor duda que la altura afectó a muchos de ellos como por muchos años tumbó a grandes jugadores que pisaron el Atahualpa.

Pero de ahí, en mi rol de comunicador, sigo el día, cruzo la calle y me preparo para otra jornada laboral, no me frustro ( o al menos pongo en escena la mejor actuación sobre eso), no caigo en la arena de motivador de barra o de seguir exponiendo una teoría que no ejercito, la prensa NO APOYA, no es su rol, el mortal común sigue creyendo eso, producto de años artesanales de periodismo; o gritas, puteas, pides cabezas; o algo anda mal contigo.

Ecuador juega mal al fútbol actualmente, no seduce, ni genera aplausos, lo puedo decir sin alzar la voz o encender el show.

Tengo tanto que cubrir, informar y procesar, sabio es saber distribuir las atenciones y conductas apropiadas…