Siento curiosidad, interés diferenciado, me llama la atención, siempre tendré hasta una solidaridad a lo que se hace en mi territorio en aspectos musicales, cinematográficos, pictóricos, artísticos.

 La oferta ha crecido de manera radical en los últimos años, ya hay mas aceptación, críticos, los precios bajaron en equipos que antes eran inalcanzables, lo cual ayudo a trabajar en nuevos proyectos, endémicos del país.

Hace años el cineasta, músico, bailarín, pintor, escultor,  era señalado hasta como excéntrico, hoy estas profesiones son respetadas, caminan a pasos sólidos.

Hay evolución sin duda, lo que no parece tener rumbo solido es la forma en la que se cree se debe «apoyar» estas creaciones.
Siguen existiendo múltiples comunicadores, promotores que repiten como mantra que existe la obligación de «respaldar» al «talento nacional», como cotorras lo dicen una y otra vez, es un dato «cool» decirlo, soy buen dato si estoy con lo nacional y al mismo tiempo hago patria….nada mas falso.

Es tan absurdo, si algo no es bueno, no es bueno, así de sencillo.
La película puede que no tenga calidad, a la canción le falta fuerza, la banda suena muy amateur todavía, el baile fue muy juvenil, el cuadro esta simple.

No por que sea local debe gustarme o tengo la obligación de ponerlo en radio o promocionar que veas la película, o delirar con una obra de teatro o proyecto artístico.

Ese decir de que hay que «apoyar el talento nacional» me parece tan mediocre…ganenselo, no esperen licencias o fomentos de alivio o regalados.

Hay sin duda maravillas musicales y cinematográficas en nuestro país, legados poderosos, obras emblemáticas, composiciones que se las oye con orgullo.

Siento una obligación, tengo interés de saber algo mas de lo que parió aquí, el solo apoyarlo y que me guste por ser nacional…eso es otra cosa.