Los detalles predecibles parecen esfumarse a estas alturas de eliminatorias, el elemento de sorpresas terroríficas se activa, la doctrina del stress llega a niveles súbitos, la necesidad de sentirse un virtuoso de la dirección técnica se vuelve como patología del quienes analizan el partido desde afuera, es parte del ADN del fanático profundo. Las estadísticas...