Ha sido una demente propuesta que ha merodeado en mi cabeza por años…¿Pero, es de verdad demente o podría ser un cambio útil y necesario para elegir al mejor?…y no solo a los disponibles repetidos.
Que solo sean cinco o seis personas las que decidan el futuro de deportes que tienen más de 4000 practicantes es algo ilógico, ancestral y poco técnico.
Realidad que se vive y aplica en muchas federaciones deportivas nacionales, las cuales con solo cinco, o seis clubes (alguno de origen sospechoso) sentencian el destino y la manipulación de los hilos que construyen o destruirán el desarrollo del deporte ecuatoriano.
Exhausto y completamente al tope debe estar ya el baúl de quejas y reclamos en múltiples deportes.
Dirigentes que al parecer firmaron contratos vitalicios en sus federaciones, disciplinas deportivas que no han logrado ningún tipo de evolución técnica y diferencias entre federaciones provinciales y nacionales al por mayor.
Es verdad que puede darse el caso de un directivo con notable éxito y permanencia en su institución, alguien que haya demostrado resultados acompañados de estancia consistente, pero de ser lo contrario, esa longevidad en el cargo se vuelve por momentos precaria e innecesaria. Lo más sencillo es someterlo a aceptación popular de todos los que practican el deporte y no solo de 3 miembros de su mismo directorio.
No veo qué problema habría en designar un verdadero universo de votantes, que con conocimiento e interés de la causa puedan ser los que verdaderamente elijan al mejor representante de una federación deportiva nacional.
Por ejemplo;
¿Por qué razón no podrían ser Daniel Duran o Frank Maridueña votos validos para la designación del presidente de la Federación Ecuatoriana de Béisbol?
Jugadores activos, ex presidentes, medallistas de estos deportes, ex campeones de esa disciplina, dirigentes; la integridad y cantidad de ese grupo de votantes, deberá ir acompañada de una proporción de la cantidad de deportistas que lo practican en el país.
Inevitable sería llegar a este escenario y no preguntarnos:
¿Y quien designaría a esos votantes?
¿La trinca y la política mal manejada infectara el ambiente?
También podríamos llegar a la sabia conclusión de la legendaria Mafalda cuando ella proponía que debía existir una escuela para presidentes…¿Y quienes serian los profesores?, reflexionaba el personaje de Quino.
La crisis de confianza que golpea a las sociedades ya no acepta los procedimientos actuales y temen a las nuevas ideas también.
Es tiempo de evolucionar, cambiar muchas leyes y procedimientos de la época del blanco y negro.
El deporte y sus verdaderos actores, así lo exigen.