Hay una fusión dinámica entre la ficción y la realidad, transitan a velocidad salvaje en la obra, sin licencia para el descuido, la esencia de la novela te lleva con frecuencia a repasar episodios reales históricos de la crónica local con lo que decide revólver en la misma la mente tostada del autor. Esta amalgama bien diseñada es lo que da sabor y ritmo esencial al libro, sumado a la muerte de un presidente, lo cual genera una atractiva aleación literaria digna de ser consumida.
Siento la necesidad de aclarar que tengo sólidos orígenes periodísticos, esto elabora un apego muy personal con el desarrollo del relato, entiendo con un pragmatismo natural mucho de lo que puede pensar un relator como el de «Preguntas Venenosas »
Ese apego puede llevarme a percibir de manera más cómoda y digerible la novela, pero no me excluye de poder hablar de la mismo con ojo crítico.
Las situaciones que acá se relatan traen realismo profundo, no hay nexos precarios con la exageración, las acciones practicadas por protagonistas tienen la fuerza de construir una perturbación real.
Cuánto podemos confiar en las autoridades?, nuestro sistema? prensa que sabemos busca hacer el bien?, pero que tiene piel humana que transpira miedo como cualquier otros terrícola…esa imagen del paladín que busca la verdad a toda costa tiene límites y mentiras.
SPOILERS
El presidente de la república es asesinado en pleno set de un canal de televisión, se derrumba muerto ante las cámaras, tal cual el rey Joffrey Baratheon de «Juego de Tronos», agonizando, mantiene algo de energía para seguir maldiciendo a medio mundo (es Correa). Después de esto la policía aplica métodos cavernarios para averiguar la verdad mientras se le agota el tiempo para quedar bien ante la ciudadanía, el presidente y los pocos días que quedan.
Todo mezclado con narrativa de personajes reales y no tan reales, con capítulos del acontecer nacional perfectamente bien encajados con el ritmo de la historia.
Quién lo mató?…
Novela que merece leerse, agradable y amigable. Por momentos con insumos acelerados e innecesarios de la aventurada vida amorosa del protagonista y su pasión por el alcohol, acciones que pueden confundirse con ego de un macho alfa cualquiera.
Preguntas Venenosas es una obra que su autor, Rafael Cuesta, ha calificado como hiperrealista, la misma trae también una considerable fijación crítica a muchos de los estilos de periodismo que se usa hoy.
Era la intención del escritor dar un severo manotón de cuestionamiento a ciertas prácticas periodísticas que vemos hoy?…de manera oculta diria que si.
8.5/10