Me pasa de manera salvaje. La música es un detonador super efectivo de mis emociones.
La siento corriendo a velocidades consistentes por mis venas. Puedo olerla. Otras veces me masajea el espíritu. Percibo sus colores. Es la mejor droga, alimenta la visión y no destruye tu organismo.
Acaso no existe un alto y considerable porcentaje de humanos que trataron de tocar un instrumento, que soñaron con estar sobre un escenario, que formaron la banda colegial y se treparon a esa dimensión única en la que te embarcas cuando tocas una canción en conjunto.
Yo fui uno de esos.
La música me secuestro de muy joven, me trato bien y supo sembrar lo mejor de ella en mi.
Acervis Cultural-1987-FOTO: Archivo de Andres Chiriboga
Con el tiempo, supe que mis habilidades como guitarrista eran las de un aficionado, no tenia madera profesional, poco a poco fui chocando con la realidad, había tantos que tocaban mejor y me estrellaban sin compasión contra el muro de la verdad.
Tenia mas oportunidades jugando béisbol, los entrenamientos y canchas fueron desplazando mis horas en salas de ensayo(pueden creer que ensayabamos en la recordada discoteca Infinity), el punto de explosión se dio cuando Andrés Chiriboga, tecladista y voz de la banda(hoy corresponsal del blog en Florida) tomo la medida de llamar a otro guitarrista, las repetidas faltas a los ensayos no podían ser toleradas mas…Mis días como músico habían terminado, si bien volví a tocar en la banda, la situación era poco controlable, entre mi limitado nivel y las etapas que conquistaba en el béisbol, tuve que decidirme por el diamante.
El tiempo paso; recorrí grandes territorios del mundo, conocí múltiples vidas, experimente el drama, supe ver diferentes niveles de persistencia y tenacidad; todo por el béisbol, y pese a estas vivencias, el germen de la música siguió en mi organismo, no tenia interés alguno en vacunarme.
Golpee los 30, los primeros hilos grises zarparon por mi cabellera, la barriga me crecía con firmeza, cumplía con menos horas de sueño…La música…la música inicio un nuevo ataque en mis entrañas, lo hizo con toda su artillería pesada….y yo?…Extasiado de placer!!!
Mi banda se llamo Acervis Cultural…Y ese nombre?
Roberto Von Buchwald, baterista de la agrupación(hermano del legendario guitarrista Xavier Von Buchwald) tenia fuertes nexos con el motocross. Una tarde casual de aquellos días nos reunió en el barrio, conversabamos con el, su moto decoraba nuestros diálogos, entre tema y tema, divisamos una calcomanía que decia Acervis en su moto. Acervis es una marca de accesorios motociclisticos, con el tiempo y la chacota, ese nombre tuvo una unión con el adjetivo: «Cultural».
Andrés Chiriboga cantaba y tocaba teclados, era uno de los cerebros de la banda, su padre era dueño de la discoteca Infinity y eso nos llevo a tener tardes inolvidables de ensayo en este local. Teníamos siempre publico, uno de ellos era un joven Ferretti que ya tocaba guitarra.
La sed nunca fue problema en esas memorables jornadas, la Coca Cola de dispensador de aquellas barras fue saqueada frecuentemente por nuestros paladares.
Andres elegía el repertorio a tocar, su afición desmedida por Soda Stereo, nos hizo devorar todo lo que tocaba esta naciente banda argentina e intepretarlo con decente calidad. Charly Garcia también era parte de nuestro menu musical.
Si quieren ubicarlo en la foto, Andrés es el segundo de izquierda a derecha.
Roberto Von Buchwald era el baterista, el mayor de la banda y quien ejercía algo de cuidado paternal con nosotros, un tipo autentico, bueno y con grandes dotes musicales.
Es el primero de la foto de izquierda a derecha.
Carlos Pombar tocaba bajo, era increíble verlo ejecutar canciones de alto grado de dificultad pese a tener los dedos del tamaño de salchicha vienesa.
Carlos siguió tocando y fue uno de los primeros bajistas del peruano Pepe Alva.
Pombar, es el tercero de izquierda a derecha.
Las cuerdas de la guitarra eran sacudidas por mis toscas manos…por si acaso soy el cuarto de izquierda a derecha.
Desde lo mas profundo y sincero de mi interior, quiero dedicar este post a los integrantes de mi banda y también a cada uno de ustedes allá fuera que soñó con pararse en un escenario y lograr que su proyecto musical sea una realidad.
Acaso no tuvieron, al menos una vez, sueños de ese tipo?
Los mios siguen mas vivos que nunca…Creo que es tiempo de volver.
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