Es sin duda un modelo de carro de tamaño distinto, usado mucho en faenas de carga, labores pesadas o simplemente para un usuario que necesita y siente predilección por una camioneta «tuca», el tema de hoy nos lleva a la poderosa e imponente Ford-150.
Existe un respeto notorio por estas «naves», por el poder, imagen y fortaleza que transmiten, he estado en sus cabinas, he sido transportado por una de ellas, son obras de tecnología, mecánica, diseño y potencia …¿pero?…¿Están las calles, parqueos públicos o privados de algunas ciudades de Ecuador diseñados para automóviles de estas características?…yo diría que no,(lo cual no impide que circulen o sean vendidas). La fisonomía de estos colosos no se acopla de manera estable con muchas de las dimensiones o medidas geométricas que son trazadas en múltiples parqueos públicos, ante esto, sus conductores buscan adaptarse al insuficiente espacio de algunos lugares…
Hasta ahi la visión sana y diplomatica….ahora activemos al lado Mr Hyde de este escrito.
Es como que un cimiento infectado viene con estas camionetas, domina y carcome parte del cerebro de sus usuarios, no solo son las ínfulas y dominación que te contagia estar al volante de uno de estos carros, sino que también se estimula una deficiencia motriz de calculo, ignorancia total a sistemas de medidas, reglas de parqueo o un salvaje irrespeto y valeve…mo a las simples normas de estacionarte bajo una parámetro geométrico básico y coherente. O se vuelven brutos o son abusivos, una de las dos…no hay más cabida de comprensión.
PD. Todas las fotos del post fueron tomadas en el país de origen del escrito, aportadas por lectores y donde solo se evidencia un solo carro bien estacionado.