Casi no voy, una gestión apresurada y talentosa me puso en Asia, no exagero al decir que los días previos al evento, era el ser mas amargado e insoportable del mundo, no podía concebir, como periodista deportivo quedarme fuera del debut de Ecuador en un mundial de fútbol.
La situación era compleja, TC había perdido los derechos de transmisión del mundial, ahora RTS era el dueño, ellos transmitirían el histórico primer partido de Ecuador en una copa del mundo.
Viaje a mi tercer mundial por TC Televisión, el canal por esos años había bajado su carga de programación deportiva de una forma radical lo cual lograba trastornar mi salud cada día, era un canal enfocado a otros mercados y el espacio deportivo era limitado.
Con John Barnes en el centro de prensa de Sapporo |
Igual era inconcebible no estar en la justa deportiva del año y desde donde se debía informar de un hecho histórico para el país, ante eso, la calidad de una productora de noticias entro en acción.
Conseguir credencial para el mundial al ser parte de un canal que no tiene los derechos de transmisión es casi imposible, ante eso el reto era doble, muchos en el canal decían para que ir sin acreditación, no se podría hacer nada, pero existía alguien, una visión, una productora que sabia que había que estar allá a como de lugar.
26 horas después, con paradas en Miami y Chicago, estábamos en Tokyo.
Luego de esperar dos horas en un aeropuerto atestado de gente tomamos un vuelo a Sapporo, créanme cuando les digo que recuerdo poco de todos esos momentos, pocas veces debo haber estado tan cansado y destruido por un viaje con cero horas de sueño(padezco de la trágica desventaja de no poder dormir en aviones)…imagen siguiente…roncaba en en el hotel de Sapporo en una habitación que tenia virtudes de sarcófago.
El dormitorio poseía un moderno sistema que bloqueaba el ingreso de luz natural, no existía forma de que pizca alguna de iluminación penetre el espacio…dormí como un campeón.
Al día siguiente debía ir a la sala de acreditaciones, tenia un as bajo la manga para tratar de acceder a un gafete de periodista que me permitiría laborar en el evento. Por esos años era columnista de la revista Estadio, sabia que algunos elementos de la prestigiosa revista estaban acreditados y no llegarían a Japón, solicite un cambio, FIFA me había puesto en espera, tuve éxito, accedí a una credencial…el caso era que solo yo me colgaría esta identificación en mi cuello, mi super camarógrafo Andres Crespo no tenia credencial, el no tenerla es como andar desnudo.
Hicimos los ajustes necesarios y se trabajaba en equipo lo que se podía, una vez que los limites obligaban a que Andres se desvié, yo tomaba la cámara(la cual era bien pequeña) y me fajaba solo por los recintos a los que tenia acceso.
Los altos ejecutivos de RTS no entendían como podía tener este preciado documento(la credencial), sin vergüenza alguna se agachaban casi al punto de poder oler mi pecho para descubrir para que medio trabajaba, era realmente foco la forma en que doblaban su cuerpo para sapear el texto de la identificación.
Así hice varias entrevistas, solo y escondiéndome de los oficiales FIFA, al decir mi credencial que era de un medio escrito(Revista Estadio) no me permitían usar cámaras, pero a la latina y con espíritu arriesgado(y algo irresponsable, ya que me pudieron revocar la identificación)obtuve el material por el cual había viajado.
El partido inicial de Ecuador me tenia nervioso, sabia que mi poderoso lado emocional me traicionaría y al momento de escuchar el himno de Ecuador por primera vez en un mundial, estallaría en llanto, debía ser mesurado, no quería ser protagonista de un bochorno llorón.
Habían pasado ya ocho años desde EEUU 94 y quien había sido el diseñador de la logística de aquel mundial para TC, Alfonso Harb(ahora trabajando para otra cadena), me salvo una vez mas.
Al momento de iniciar la ceremonia de los himnos, Pocho organizo una abrazada colectiva entre periodistas ecuatorianos, una especie de romería ante tan sublime momento…yo estaba a la derecha de Alfonso, el himno empezó a escucharse y a su vez una interpretación nefasta del mismo salía de la voz y cero talento musical del Alfonso, todo esto a 17 cm de mi oreja, el glorioso momento quedo limitado a su voz…no se si me desbarato el momento…o me salvo del berrinche emocional.
Imposible de olvidar en Japón.
-Los baños japoneses de algunos hoteles en Japón eran tan ancestrales como su cultura, me toco bañarme sentado en banquito y con jarra ceremonial chapotear agua por todo mi cuerpo mas de una vez.
-En el hotel de Sapporo había una consola repleta de botones en idioma japonés, el primer día no tocábamos nada…pero para el tercer día no pudimos resistir la curiosidad, tocamos algunos de esos botones y solo después de 4 minutos toco la puerta una japonesa vestida con atuendos tradicionales que llegaba a ofrecer un majase al huésped que lo había solicitado vía «consola mágica».
-En otra ocasión acudimos a un «showroom» de Toyota, los carros estaban subidos en torres, uno encima de otro, por lo menos había unos ocho carros en cada torre, el lugar era enorme y lleno de tecnología, solicitamos ver un modelo de Toyota y uno de los encargados tomo un control remoto, movió palancas y acto seguido un brazo gigante tomo un carro que estaba seis pisos arriba y lo bajo a nuestros pies…hagan de cuenta que optimus prime(el de transformers) hizo el trabajito.
-Ver un partido de fútbol de otra sede ajena a la que estábamos era una verdadera odisea, no pasaban los partidos en televisión abierta y cuando los transmitían, cortaban los partido cada vez que Ichiro Suzuki(beisbolista que había sido transferido a los Yankees de NY) iba al bate.
-Sin duda que la cultura japonesa es algo que genera admiración, respeto…y risa.
Por razones que no debo detallar, después del partido Ecuador-Mexico en Miyagi, el tren que traía de regreso a los fanáticos ecuatorianos a Yokohama fue testigo de una caldeada discusión entre compatriotas, la política, el regionalismo y alcohol fueron esenciales para que lo que inicialmente eran gritos en tonos altos, pasen a golpes y patadas intensas. La situación fue desagradable, pero aporto también una escena que no olvidare jamas.
A mitad de anti estéticos puñetes entre ecuatorianos, llego la policía japonesa, corrían a toda velocidad y ordenados para llegar al lugar del incidente, tan pronto llegar a la escena se frenaron a raya…no entendían lo que ocurría, tenían entrenamiento para disuadir peleas entre hinchas de países diferentes, mas no de un mismo país…tuvieron que tomar un manual y solo así saber como proceder, sin embargo, la imagen del japonés leyendo un folleto de seguridad delante de ecuatorianos que se entraban a patadas fue algo épico.
Debo reconocer que fue el mundial mas relajado de los que me ha tocado trabajar, tener a mi pana Andres Crespo ayudo mucho también, solo tuve que hacer envíos satelitales antes y después de cada partido, además pude ver algunos partidos extras como un simple aficionado.
Retorne a Ecuador después de ver partido entre Brasil y Alemania en Shiuzuoka.
El debut de Ecuador en mundiales era parte ya de la historia de coberturas del canal, sin embargo no era lo mismo, ya estaba Ecuador…pero no teníamos los derechos de transmisión como canal…seguía esperando…iban ya 8 años
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