Crónicas de los mundiales.

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Crónicas de los mundiales.

SEGUNDO CAPITULO.
FRANCIA 98.


Una mirada a la forma y recuerdos varios de las coberturas mundialistas.

Ya estaba mas rodado, el tener en mi cuenta un mundial me hacia creer que era el periodistas mas experimentado del mundo…lejos estaba de saber lo diferente que seria en logística FRANCIA 98 a EEUU 1994.

El viaje en tren durante Francia 98 fue algo sublime

Vuelvo a destacar a Alfonso Harb y toda la diagramación que diseño para las coberturas en EEUU-94, para 1998, todo fue distinto, todo fue diferente, se tomaron decisiones logísticas erróneas…desastrosas.

En EEUU teníamos un carro que nos llevaba donde queríamos, optimizabamos el tiempo, en cada sede había satélite contratado para enviar el material logrado.
En Francia no teníamos carro, no teníamos satélite, pase lo que pase, sea la hora que sea y bajo las condiciones que sea, siempre teníamos que regresar a dormir a Marsella…y bajo los horarios que daba el tren, es decir, si el partido en Lyon terminaba a las 11 pm, hasta que hacíamos entrevistas y salíamos del estadio se hacían las 12:30…no había tren hasta las 5am y había que dormir en la estación para llegar a Marsella a las 9am y trabajar ese día de manera normal.
Al no tener satélite contratado, cada envió del material grabado era por avión, y para hacerlo había que viajar al aeropuerto de Marsella que quedaba a casi un hora y media de nuestro hotel.

Con estas circunstancias nos manejamos por cerca de 35 días con Charles Nazareno, un camarógrafo que bien podría escribir sus propias crónicas de este mundial, si algún día lo conocen, solo soliciten les cuente su técnica para lograr que Ronaldo le hable a la cámara de TC, solo les digo que parte de su técnica incluía malas palabras.

Llegue a este mundial considerando que hablaba algo de francés, de regreso de EEUU 94 me dije que no me perdía ningún mundial mas e inicie mis clases de un nuevo idioma, lejos estaba de ser trilingüe y lo descubrí a la fuerza en Francia, aunque la ultima semana, llegue a desenvolverme con considerable calidad usando el nuevo idioma.

Marsella es un puerto muy bonito, la tierra del Conde de Montecristo, la bahía y su puerto viejo son populares como el viaje obligado al chateau d’if(castillo donde permaneció encerrado el conde en la novela de Alejandro Dumas).
Nuestro hotel quedaba cerca del puerto y lejos del aeropuerto…lejísimos.

Fueron tantos los viajes que teníamos que hacer al aeropuerto para enviar las entrevistas grabadas, que a falta de 10 días que termine el mundial, nos quedamos sin dinero.

Para llegar al aeropuerto de Marsella-Provenza había que tomar el subterráneo, bajarse en una estación central para luego tomar un bus, el mismo que después de 50 minutos llegaba a una central donde tomábamos un tren que nos dejaba en la terminal aérea…creanme cuando les digo que hacer este viaje era de lo mas tedioso y cargado con una profunda perdida de tiempo innecesaria y odiosa.

Al no tener dinero, el canal dispuso que nuestra nueva remesa sea enviada a Marsella con Pepe Murillo+. Para este mundial, TC se había aliado con la radio CRE y Murillo(de los mejores narradores que ha dado el país) pertenecía a dicha legendaria estación radial.

Marsella y su simpático «Viejo Puerto»

Murillo llego a Marsella un 3 de julio con el equipo de comentaristas y narradores que tenían a cargo la transmisión de Argentina-Holanda, antes de llegar a la sala de prensa del estadio Velodromo(donde seria nuestro punto de encuentro)se dirigió al puerto de Marsella, donde su misión era probar la famosa sopa bouillabaisse. Unos diez días antes yo había salido también a probar la sopa de la que todos hablaban, como catador consagrado de mariscos de mi litoral ecuatoriano esperaba un manjar marino…pero mi decepción fue descomunal. Como la describo?…como el mas perruño caldo sin sabor de un pescado común…pero había un detalle muy importante que conocer, de no hacerlo, el tumbe era radical…
Cuando pedías la sopa te ofrecían con que la querías, cuantos mariscos extras acompañarian tu platillo…ese era el detalle peligroso!!!…de no saberlo y pedir mucho menjurje, la cuenta podía sin problema alcanzar tres dígitos.

Pepe Murillo no conocía ese detalle…además de ir al restaurante mas caro y exclusivo de Marsella. Sentado frente al mar se deleito de la sopa y cuando el serveuer le preguntaba si quería su sopa full  equipo, Murillo le dijo que si a todo…resultado final, una cuenta de $132…solo en Marsella!!!…me imagino que no tengo que decirles el dinero de quien tuvo que usar para pagar la cuenta.

Hasta hoy recuerdo la cara de mi querido Pepe Murillo cuando me entrego mis golpeados viáticos, culpa de una ordinaria sopa de pescado…se moría de vergüenza!!!

Entre frustraciones y la pésima logística que nos acompaño en Francia, solo puedo recordar lo maravilloso que era el TGV(tren de gran velocidad), la simpatía de los holandeses en sus entrenamientos, nadie negaba entrevistas en la selección naranja y los jugadores que eran originarios de Surinam(casi medio equipo) con orgullo decían en nuestros micrófonos que eran sudamericanos.
En otra ocasión Bebeto me pregunto que era de la vida de Holguer Quiñonez(habían jugado juntos en Vasco), también hablo de Wagner Rivera.

En St Etienne trate de ayudar a una periodista mexicana y Alberto Garcia Aspe me bajo de un manoton el microfono que ella me pidió ponga cerca de el…luego descubrí que la selección mexicana estaba distanciada de esa cadena televisiva, la reportera me uso…y no me importo en lo mas mínimo…la hubieran visto!!!
Ese mismo día entreviste a Eugenio Derbez(llevo años tratando de encontrar la entrevista) y viaje en un tren con Candido Perez(Jorge Ortiz de Pinedo) quien facilmente hablo una hora sin parar de Alex Aguinaga.

Recuerdo a Jorge Valdano con intenciones de propinarme un derechazo cuando le pedí una entrevista después de la derrota de Argentina ante Holanda, se lo recordé ahora que vino a Guayaquil y lo tenia borrado de su mente…normal…soy yo quien no olvidare nunca su coraje después de la eliminación gaucha.

El mundial llegaba a su fin para mi en donde inicio, Marsella, una noche en la cual Brasil eliminaba a Holanda y aseguraba su paso a la final frente al local Francia.
Volvimos al hotel, la habitación del Ibis era realmente pequeña y en especial cuando hacia la maleta para el retorno, sentí mas diminuto que nunca ese dormitorio que había sido nuestro hogar por mas de 30 días.
Cuando estaba todo casi listo, sonó el teléfono del cuarto, era Charles, mi camarografo, me pedía que baje al lobby del hotel, al llegar a su llamado vi una escena que no olvidare jamas, Charles, que no habla ningún otro idioma que no sea español, mantenía una fraterna conversacion con un japones y un senegalés, eran como hermanos, abrazados y riéndose de todo…lo curioso, no tenían forma de comunicarse, nadie hablaba otra lengua que no fuera su nativa. Atsuki, el amigo japones tenia encima media caja de cerveza, de alguna manera se las ingenio para explicarme que ofrecía hasta $1500 por mi credencial de prensa, por las que le aclare que era imposible, no había forma…creanme, no hay nada peor que la necedad de un borracho japones.

Era el fin de Francia, extrañaba a mi hija Isabella, ya era padre y alejarme de ella fue raro, si bien tuvimos los derechos de transmisión de aquel mundial, algo seguía faltando, ya había esperado cuatro años…y faltaban 16 mas todavía.

CONTINUARA…

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