Un país dividido, una dirigencia que no entiende cómo manejar futbolistas y parece estar más preocupada por su imagen manipulada antes que tomar buenas decisiones.
Era de bajos rendimientos y pobres resultados en surgimiento de jugadores de calidad.
Época en que todos tienen voz y el eco de cada opinión parece regir las resoluciones finales, más por miedo que por convicción o conocimientos, como muestra:
«El aficionado es la razón de ser del fútbol», expresó el presidente Villacis.
Al margen de una simple visión sobre lo que ocurre están también los números, contundentes, de un nexo precario con la refutación, esas cifras que desestabilizan y son determinantes para evaluaciones y conclusiones: puesto #60 en ranking FIFA, seis partidos jugados durante eliminatorias en 2017 y misma cantidad de derrotas, la peor selección en Sudamérica en ranking, la de más bajo rendimiento, cero puntos en todo la competencia…¡¡¡sentenciante!!!…algo no anda bien, es evidente.
Dudo que quienes manejan el fútbol ecuatoriano no se den cuenta de esto, lo que impacta es que no se noten o vean cambios visibles o radicales…bueno…si hubo cambios radicales, una convocatoria política y errada, la que el mismo presidente llamó: «La nueva era» , la selección de los «verdaderos ecuatorianos», la que «aprobarían el 99% de los ecuatorianos».
La búsqueda de cambios se inició con una intención, en el camino se debe aprender de los errores y este fue sin duda uno de esos, la asimilación del mismo debe estar activada y en proceso de enderezamiento.
Veamos ahora cuán sabia y valiosa será la medida y cambios que deben nacer de toda crisis y más aún cuando se estrellaron a sólida velocidad con un fondo rocoso.
Uno de las primeros indicios de medidas inmediatas las dio el vicepresidente de la FEF, Alex de la Torre declaró que no hay apuro en contratar un nuevo DT, que las exigencias futbolísticas del año 2018 no las demandan para Ecuador y que la nueva dirigencia, la que llegue en el 2019 debería hacerlo.
Cuando se pierde la pasión, euforia por conseguir objetivos y la obsesión por buscar soluciones, cuando se apaga el alma de ambición es cuando se terminó la batería de capacidad, escuchar esa reflexión del vicepresidente de FEF es patético y sigue obedeciendo a ideologías distintas a las que se deben aplicar para manejar un deporte como el fútbol.
Común es escuchar la teoría que se ha aplicado para manejar esta federación, como una empresa, con administración de alto nivel de negocios, moderna dicen. Las industrias se manejan distinto, no en vano existen universidades dirigidas a determinado tipo de negocios y otras diseñadas para la administración del fútbol o el deporte.
Las decisiones no se tomaron de manera correcta, el futuro es incierto en cuanto a las nuevas ideas, desarrollo futbolístico o caminos decentes a tomar. Que esto no se convierta en una invitación a la masacre.
Es tiempo de remangarse la camisa y dejar algo, que la decisión en la elección del nuevo técnico sea acertada, que busquen dejar algo y no herencias de chulqueros cobrando dinero de garantías para salvar a clubes como dejaron otros.
La crisis de confianza es altísima, para la toma de decisiones el miedo es saludable, pero el pánico mortal, no se puede perder la vergüenza.
Las nuevas decisiones deben ser tomadas, no por clamor popular o gustos de un grupo u otro, se deben tomar con conocimientos y sabiduría y con cabeza centrada, no caliente.
¿Qué quiso decir Gustavo Quinteros con eso de que: «Con este grupo no merecemos ir al mundial» ?
La situación actual del fútbol ecuatoriano de selecciones no ofrece esperanzas , las acciones del equipo nacional se convirtieron en un firme banco de tristezas.
Recibir un equipo con 12 puntos de 12 y perder la clasificación es algo que perseguirá por siempre, para mala fortuna de ellos, a esta dirigencia.
El orden debe ser restablecido.
El fútbol sigue en el Ecuador, hay tragedias más serias que lo que te deja el fracaso de un deporte, un simple juego, este año todavía ofrece la historia del Delfín, lo que busca Barcelona en Copa Libertadores, las actuaciones de ecuatorianos en ligas extranjeras, cada fin de semana de fútbol es necesario para los ecuatorianos, este deportes es pasion y asi como te catapulta, también te patea y maltrata, el saber que hacer después de eso para mejorar y no seguir pateado en el piso es lo que te definirá en el futuro.
No la tiene nada fácil la federación, tendrá que bregar y luchar para demostrar( hablando menos y actuando más)que tienen capacidad para dejar algo y que su último año sea aceptable.
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