Ya no te miran de la misma forma; el maquillaje, facebook, celular, fiestas, pijamadas y amigas desplazaron hace rato la conversación o momento con el padre, nos hicimos aburridos para las exigencias de su edad.

Todo eso que leíste en los folletos que orientación familiar, las entrevistas que emitió «Cosas de Casa» y el articulo en la revista «Hogar», lo vives ahora de primera mano.

Lidiar con razonamientos que llevan consigo una visible etiqueta de «edad del burro», y al mismo tiempo buscar tus ahorros extras de paciencia, son detalles que muchos pensaron no les tocaría encarar.

Pues estoy viviendo esa maravillosa etapa de mi hija Isabela Alanis(si, por la Morrisette). Y si bien me puedo frustrar por momentos, no dejo de tomar lo mejor de ella, reírme y asumir que es una ley de vida, a la cual yo he decidido hacerle frente con el jubilo mas exagerado de padre «chocho».

Ver, escuchar y luego ser muy sabio para saber que responder, todo haciendo énfasis extremo cuando el nivel de burrada supere grados altos y haya que saber como meter pierna fuerte en el plano de orientación.

No voy a cavar un hueco en la tierra y lamentarme, o adoptar posturas de papa nazi, en el camino habrá tropiezos, pero gozare al máximo de mi bella Isabella.

PD: Doy por hecho que seré reprendido por ella, por publicar esa foto suya…