En Holanda es el propio ferrocarril el que ofrece al viajero una bicicleta para que pueda seguir pedaleando una vez que llega a la estación. Se trata de OV-Fiets, un proyecto holandés que busca la perfecta combinación entre las bicis y el transporte público. La compañía nacional de los ferrocarriles holandeses, NS-Station, ha instalado aparcabicis y servicios de préstamo en más de 200 estaciones del país. Su objetivo: que los ciclistas puedan aparcar su vehículo de dos ruedas en la estación de tren, subir al vagón y luego salir pedaleando de nuevo.
Pero no solo que son bicicletas que sus propietarios dejaron antes de tomar el viaje al trabajo y que los esperaran cuando vuelvan. Acá se puede rentar una bici y movilizarse desde la estación hasta lugares destinados y que no tienen cobertura de tren, se paga 2.85 euros por el día y la bicicleta podrá ser utilizada, todo por medio de una tarjeta, lo que facilita llegar a otra estación y usar otra bici, el crédito esta en la tarjeta y dura 24 horas.
Una vez usadas las «chivas», estas son devueltas en los aparcabicis hasta que sean requeridas por otro cliente.
Habría esa buena costumbre de devolución en nuestro país?
Mas que eso, me sorprende lo confiable, cómoda y efectiva que puede resultar la transportación publica en países de primer mundo.
FUENTE: www.soitu.es
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