“Yo nunca vi a Brasil quedar campeón”…encantadores niños, no mayores de 6 años salían repetidamente en un comercial de la TV de Brasil, era imposible no caer seducido por la ternura de estos enanos que cargados de una inocencia (dirigida por el director de la campaña) cautivaban a cualquiera.
Si un ser normal caía para atrás envenenado por la ternura de la descarga, no quiero imaginar cómo le llegaba eso a los jugadores de Brasil.
Así era la presión emocional que surcaba el ambiente brasileño, existía una obligación de ganar el Mundial, por honor y porque la celebración estaba ya reservada, se planificaba una conmemoración única, el suceso ayudaría a echarle agua fría al calor manifestante de Brasil, ubicar a Dilma en posiciones estelares y tener una excusa más para poner patas arriba el país…lindo todo, lo que siempre se aspira…el único problema es que no tenían equipo para hacerlo, pensaron que por ser Brasil y con la euforia de su gente bastaba.
Desconozco el entorno de la estructura futbolística de Brasil, los planes de desarrollo, la selección y formación del talento, pero me atrevo a decir que ocurre algo similar a lo que pasó en el Mundial, nacen y creen que con ser brasileño basta, que por arte de magia empezarán a jugar mejor que nadie y le ganarán a todo el mundo…eso se acabó…ya no basta con ser brasileño.
La derrota pornográfica que le propinó Alemania el 8 de julio del 2014 dejó claro que si bien hay razas que tienen historia, no hay que descuidarlas.
Para nada considero que existe arrogancia en los brasileños, son gente buena, amable y desde el Maracanazo aprendieron que este deporte se juega con los pies y no con la boca, sin embargo en el camino olvidaron asimilar que no es cuestión solo de ver la luz primera en Brasil, el fútbol hoy es mucho más que eso y, al parecer, en Brasil se olvidaron de eso.
De toda tragedia o crisis nace un nueva visión y oportunidad, será que después de esta garrotiza, Brasil resurge como lo hizo tras el Maracanazo… igual les tomo 8 años…el mismo tiempo que considero necesitan ahora.
Van ya dos años…y Brasil sigue sin encantar, compartieron grupo con Peru, Ecuador y Haiti…y no pasaron de ronda.
¿Seguirán creyendo que todo surgira de la nada?…o…¿Si están haciendo algo?
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