En una gran iniciativa transformaron el lugar en un museo, la cárcel dejó de funcionar en 2014.
Además de visitas guiadas están también las experiencias que ofrece la agencia Post Mortem en la cual por medio de la actividad «Entre Rejas» se vive durante algunas horas como un privado de libertad.
Una visita valida en Quito y que toma aproximadamente una hora.