Todos son de Manta (solo el arquero Saltos es de Portoviejo), han jugado en las mismas ligas, barrios, torneos y playa, todos comparten historias dramáticas del terremoto en Manabí (algunos perdieron sus casas), pocos tienen trabajo o actividad laboral estable, sin embargo y pese a múltiples circunstancias irregulares para deportistas de alto rendimiento, todos aplican un compromiso único con su país, al que representaran por primera vez en un mundial de futbol playa en Bahamas.
Grandes historias y momentos que hacen especial a este equipo.