Tenia cambios, un asiento bien acojinado, parrilla para pasajeros, buen sistema de frenos y toda la
energía que un niño de 10 años puede exigir.
Mi vieja Chopper fue mi fiel compañera a los
partidos de fútbol en las calles de concreto de la
casa de Todos Los Santos de los Chiriboga.
Alineaciones conformadas con Hector, Paco,Roy.
Las arremetidas letales(siempre por sector zurdo)
de Andrés Francisco.
Y los infalibles pantalones rotos, con tintes de
sangre, producto de la calle y de un esfuerzo
personal de lucirme entre las dos piedras que hacían
de arco de fútbol.
Ahí jugábamos pelota, béisbol y dominábamos
las aceras con nuestros monopatines.
El green machine y filipatin ya era parte de ese
novato pasado que registrábamos.
Cuantas veces la lleve donde «Pajarito», guru de aquellos años en el arte artesanal de la compostura ciclistica.
Esa misma Chopper vio sus últimos años de vida, dirigiéndose al campo de béisbol de la Kennedy, lugar donde inicie uno de los periodos mas importantes y decisivos de mi vida.
Con el tiempo se destruyo o fue dar a las manos de algun primo menor o quizás un cachinero.
Nunca supo que paso con ella.
Tanta perorata de corte personal, solo para comparar a mi fiel amiga de años primeros con esas naves que inventan y fabrican ahora como bicicletas.
Por novelería me encantaría sacarla a dar una vuelta, son bicicletas de alto contenido tecnológico y con altos conceptos de diseño y elaboración industrial.
Sera que «Pajarito» le podrá meter mano a esas maquinas de las fotos?
Alguien allá afuera: Que paso con «Pajarito», Vive?
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