El Comercio decidió publicar un escrito de opinión del pensamiento de Miguel Macias.
El contenido del mismo estaba cargado de rechazo y odio a la posibilidad y pedidos de unión homosexual o legalidad de inscribir hijos de parejas lesbicas o gays.
El señor Macias expresaba un choque radical a toda esta necesidad de quienes son miembros de este genero, utilizando términos y descripciones que para muchos rayaron en lo ofensivo.
No opino para nada como Sr. Macias, tengo otra forma de ver las cosas, no por eso soy «liberal» o «raro», es simplemente mi forma de pensar y no por eso espero ganarme puteadas, golpes o escupitajos…en eso radica el tan destruido concepto de la verdadera libertad de expresión, de expresar lo que pienses, OPINIÓN, no aseveración de hechos…mas claro a estas alturas no me voy a poner a explicar un concepto tan básico.
Transportado esto a un medio de comunicacion profesional y con carácter de masiva circulacion, entran en juegos otros detalles: linea editorial, asesoría jurídica y conceptos periodisticos.
Un diario no puede asegurar algo que después le pueda valer una demanda judicial, no aplicar periodismo esencial o caer en fanatismos o enfermedades( la columna de Macias estuvo cerca de esta frontera)
Flexibilidad mental, escuchar lo que tenga que decir otro, sin necesidad de demandar cabezas o censuras.
No veo porque exigir disculpas o pedir se retire una columna de opinión…que estuvo fuerte y a pocos centímetros de no pasar el filtro de publicacion.
Puedo pensar diferente a muchas personas, pero no las odio por eso o dejaria de tomarme una cerveza por ellos.
Hasta con el Padre Paulino aceptaria debatir, pese a que considero que su mentalidad es atentatoria contra el deseo humano y apegada a una iglesia que ha lanzado una imagen completamente clasista y diferente a otras que prefiero leer mas no seguir…(.seguro por decir esto los fieles seguidores de Paulino me insulten)…TOLERANCIA!!!!
La Madre Teresa de Calcuta le tomo la mano hasta el ultimo suspiro a enfermos de SIDA, existen miles de misioneros católicos que trabajan en clínicas de pacientes con SIDA que contrajeron la enfermedad en una relación sexual gay.
La verdadera bondad esta dirigida a todos, no veo como seres considerados «celestiales» ejecuten esas diferencias…eso esta para los que caminan en la tierra.
Esto me recuerda cuando Nicolas Lapentti vino acompañado de una novia a Guayaquil, acudieron a un barrio muy pobre y humilde de la ciudad, el calor era insultante. Estaban en una mision de regalara juguetes a niños muy muy pobres. Con esta escena de fondo, le preguntaron su opinión del lugar donde estaba….dijo que era feo y que se moría de calor….ESCANDALO, PIDIERON SU CABEZA, QUERIAN HASTA QUE SE VAYA DEL PAÍS….el lugar donde estaba era feo…ella dio su opinión. Que pudo hacerse la cojuda…es cierto, pero como comunicador profesional busco que me digan la verdad, lo que piensan y no versos cargados de diplomacia…no soy diplomatico, soy periodista.
En fin, dejo todo ahí, que todos sigan opinando…sin drama ni exigencias pidiendo de que no des tu opinión con altura…tuvo altura Macias???…Que enredo y maravilla a la vez que son las ciencias de la comunicacion mezcladas con las incomprensibles manifestaciones de la conducta humana.
El escrito de Macias.
El Día de la Madre fue motivo de gran discusión en varios hogares, un
reportaje sobre las denominadas “familias alternativas” que publicó ese
mismo día un importante diario nacional, donde en grandes titulares,
entre otros, se destacó lo siguiente: “Helen y Nicola libran batalla
jurídica por la “verdadera paz”, “Pareja de lesbianas crió a un bebe que
ahora tiene 14 años”, “Transexual acogió al hijo de su ex pareja y aún
lo cuida”, “Una niña llama “papi” al transexual que la concibió”,
“Adolescente optó por vivir con su padre homosexual”.Titulares como
estos causan mucho daño y confusión a jóvenes que no están bien
formados, pues al leer su contenido, ellos pueden creer que es normal
que los homosexuales y las lesbianas se casen entre sí, que formen una
familia, o que adopten niños, lo cual es inconcebible y repugnante. ¿Y
la moral a dónde queda?Destacar que dos extranjeras han iniciado una
“batalla jurídica” para intentar inscribir a la hija de una de ellas,
como hija de ambas, sin manifestar que ello es ilegal e
inconstitucional, y que es contra natura, es criticable.En el mundo loco
en que vivimos, tenemos que aceptar -a regañadientes- que los
homosexuales hayan “salido del clóset” y que estos al igual que las
lesbianas y transexuales se paseen cogidos de la mano por las calles de
nuestras ciudades, lo cual es repugnante. Pero lo que jamás debemos
aceptar, es que esta clase de desadaptados sociales críe a hijos. Los
medios de comunicación deben destacar que es anormal, que homosexuales
se casen entre sí y que lesbianas hagan lo propio.El Reverendo Padre
Paulino Toral, con R y P mayúscula, Director de la Fundación Casa de la
Vida (Iglesia Santa Teresita) del cantón Samborondón, provincia del
Guayas, con justa razón califica a la homosexualidad como un estado
síquico anormal.Sólo cabe el matrimonio entre un hombre y una mujer. Es
inaceptable que parejas del mismo sexo y/o transexuales puedan adoptar
y/o criar a un niño o a una niña, y no cabe que Constitución ni ley
alguna conceda derechos para ello, a parejas que no sean formadas por
un varón y una mujer.Es aberrante que algunos medios de comunicación
colectiva, sin “querer queriendo”, exalten el homosexualismo y el
lesbianismo, lo cual debe ser rechazado por la sociedad.El matrimonio,
como lo establece nuestra Constitución, es la unión entre un hombre y
una mujer y no entre personas del mismo sexo, como se ha aprobado en
otros países. Ni siquiera la unión de hecho, cual es la unión estable y
monogámica entre dos personas, libres de vínculo matrimonial, podría
aceptarse que sea formada entre personas del mismo sexo, ya que de
acuerdo a la naturaleza humana y a la moral, esto es inconcebible.No
caben familias alternativas. Los legisladores deberían rever esta
situación en la Constitución mediante una consulta popular.
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