No imagine que mi desesperación por volver a las actividades de mi hiperactiva vida normal serian tan intensas.
Con limitaciones he debido manejarme estos últimos 20 días en los cuales he valorado profundamente al discapacitado que sigue su vida sin ningún tipo de reparo.

Tomo nota de la división que existe entre los que ayudan y respetan al que se moviliza en una silla de ruedas, no caeré en la fosa de amargura de quejarme de toda la comunidad, que creer que no hay solución, no es así, mucho he notado que existe una mas desarrollada cultura de ayuda a quien necesita extra espacio o facilidades, están también los que no tienen una pizca de consideración.

Como añoro bajarme del carro caminando, entrar y salir sin dificultad de un estadio y seguir con las miles de hormigas que me hacían ir de un lado a otro siempre con una energía total.

Solicito también que la sociedad se diseñe mejor para los que están permanentemente en una silla de ruedas.

Seguiré tratando de cosechar paciencia.

Mi visita al consultorio de Dr. Alberto Sadun en una revisión de cicatriz y cambio de vendaje.

ADVERTENCIA: Estómagos flojos no vean el video.